Cabo Menor

Cabo Menor es un saliente de tierra hacia el mar Cantábrico situado en el municipio de Santander (Cantabria, España). Junto con Cabo Mayor, situado a escasa distancia, forma un área natural al norte del municipio que separa el área urbana situado junto a la bocana de la bahía de Santander del espacio rural hacia el oeste de la ciudad.

El saliente destaca por su rasa mareal y históricamente ha sido un punto largamente habitado, habiéndose encontrado restos líticos en el área de hace 4 000 años. La altitud del cabo también sirvió como punto defensivo de la ciudad y la bahía. Sobre él se construyeron unas baterías en el siglo XVIII.

Cabo Menor

Esa roca redonda que venos en la parte izquierda del encuadre es mi "Amiga del Alma" a ella y solo a ella le debo mi vida, ya que ella me sirvió de freno, y si no es por ella hoy ya no estaría aquí. Así que esto también que sirva de homenaje y de agradecimiento a tan singular amiga.

Cabo Menor

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Plazas de Santander - Plaza de Cuatro Caminos

Segunda entrega de nuestro paseo por la mayoría de las plazas de Santander.

Tener un poco de paciencia, que tardarán en cargar un rato.

Plaza de Toros

Plaza de Numancia

Plaza del Reenganche

Plaza de Mexico

Plaza de Cuatro Caminos

Plaza de Cañadio

Plaza del Progreso

Plaza del Cuadro

Plaza del Principe

Plaza Iglesia de Santa Lucia

Plaza de Alto de Miranda

Plaza de Colon

Plaza Ruben Dario

Plazas de Santander, "Parte 1"

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Plazas de Santander - Plaza Alfonso XIII

Hoy nos vamos a dar un paseo por la mayoría de las plazas de Santander, alguna faltará pero he intentado reflejar la mayoría.

Tardará un poco en cargar todas las panorámicas, así que tener un poco de paciencia.

Plaza Porticada

Plaza del Ayuntamiento

Plaza de La Esperanza

Plaza de Las Estaciones

Plaza Atarazanas

Plaza de Las Cachavas

Plaza de las Farolas

Plaza Hernan Cortes

Plaza de Italia

Plaza de Las Cervezas

Plazas de Santander - "Parte 2"

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Vista panorámica nocturna de la ciudad de Santander y sus cercanías

Peña Cabarga es un macizo kárstico situado en Cantabria (España) y que configura el Parque Natural del Macizo de Peña Cabarga, el cual se encuentra en situación de interinidad desde 2005, a la espera de la aprobación de los preceptivos PORN y PRUG.1 Tiene una altitud máxima de 569 metros en la cota denominada pico Llen2 y una superficie de 377 hectáreas.

Noche estrellada

La formación se localiza paralela a la orilla sur de la bahía de Santander. Su ladera norte está ocupada por cultivos y prados en su parte baja y por roquedos de roca caliza en la zona más elevada (destacan las formaciones kársticas). En el nivel intermedio crecen eucaliptos de repoblación.

Vista panorámica diurna de la ciudad de Santander y sus cercanías

La vertiente sur está cubierta por amplios encinares bajos que dan cobijo a una amplia riqueza faunística. No obstante, la continua sucesión de incendios por la actividad ganadera extensiva ha llevado a perder importante superficie arbolada. Entre la fauna de interés se puede encontrar: garza real, polla de agua, zampullín chico, ánade real, pato cuchara, cerceta común, alimoche, lechuza, mochuelo, y mamíferos como los mustélidos.

Los yacimientos de óxido de hierro en la vertiente surocidental han sido explotados desde la época romana (no en vano las fuentes clásicas calificaban a esta formación como «la montaña de hierro») hasta 1988. La disolución de la caliza ha originado un gran lapiaz de importante superficie con una topografía de grandes columnas calcáreas, arcillas de descalcificación y nódulos de óxido e hidróxido de hierro. Este lapiaz está declarado como Punto de Interés Geológico desde 1983.

Empieza a caer la noche sobre Santander

Con el fin de proteger las explotaciones mineras, en 1988 el Gobierno de Cantabria realizó una restauración paisajística importante. Convirtió su zona sur en una área de ocio con la creación del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, una gran extensión de terreno donde se incorporaron una gran variedad de animales en régimen en semilibertad en un entorno de gran interés paisajístico.

Vision desde Peña Cabarga

En lo alto de Peña Cabarga existe un mirador junto al Monumento al Indiano desde el cual se puede observar toda la costa de Cantabria, Santander y su bahía, y los Picos de Europa. Además, en el mirador superior del monumento hay una cámara oscura en la que el visitante puede ver panorámicas de la bahía de Santander, pudiendo llegar alcanzar en días despejados las provincias limítrofes de Vizcaya y Burgos.

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Los Tornos

Los Tornos es un puerto de montaña situado en Cantabria, haciendo frontera con Burgos (España). En su cenit, cruzado por la carretera nacional N-629, hay un letrero que indica una altitud de 920 msnm. Ofrece una vista sobre las provincias de Cantabria, Vizcaya y Burgos. Es uno de los puertos de montaña más utilizados por el tráfico rodado para unir Cantabria con la meseta central española. La ascensión desde Cantabria mantiene una pendiente media de 4,4%, mientras que la burgalesa no está considerada como puerto de montaña, al ser su pendiente inferior al 3%. Una ínfima parte de la ascensión por el lado cántabro pasa por Vizcaya, atravesando la población de Lanestosa.

Los Tornos

Los Tornos

Los Tornos

Los Tornos

Los Tornos

Los Tornos

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Una vista del Torreon de Cartes

Cartes es un municipio situado en la comunidad autónoma de Cantabria Sus límites son: al norte con Reocín, al oeste con Mazcuerras, al sur con Los Corrales de Buelna y al este Torrelavega.

El municipio de Cartes se sitúa en el eje del río Besaya, justo en la zona de influencia de dos de los focos industriales más importantes de la comunidad: Torrelavega y Los Corrales de Buelna. Debido principalmente a este hecho, es uno de los más dinámicos de Cantabria, demográficamente hablando ya que alberga a una población en crecimiento continuo y que además se caracteriza por su juventud.

La villa de Cartes es la capital del municipio. Está ubicada a 40 metros sobre el nivel del mar en la margen izquierda del río Besaya, y próxima al puente de piedra por el que el Camino Real atravesaba el río. Es un puente del siglo XVIII, con cuatro ojos de medio punto, con contrafuertes. En el año 2004 contaba con una población de 895 habitantes (INE). De los molinos que tradicionalmente había en este punto del río, se conserva el de La Aceña, si bien con numerosas transformaciones. El caserío fue creciendo a lo largo del Camino Real, adosándose unas casas a otras en forma de hilera. A través de Camino Real se producía el comercio desde Castilla hacia el puerto de Santander. El Camino Real fue reformado en 1789 por el Director del Camino Real Hilario Alonso de Jorganes. Pérez Galdós ambientó en esta villa su novela Marianela (1878). La villa de Cartes fue declarada bien de interés cultural, en la modalidad de Conjunto Histórico, el 29 de marzo de 1985, por conservar el casco urbano toda una serie de edificaciones de los siglos XV, XVII y XVIII que, a pesar de pertenecer a diferentes épocas, conservan un estilo homogéneo con sus fachadas de mampostería. Destacan los torreones góticos, de planta rectangular, atravesados por la parte inferior por dos grandes arcos ojivales; datan del siglo XV.

Históricamente la villa de Cartes fue cabeza administrativa del condado de Castañeda perteneciente a los Marqueses de Aguilar de Campoo, quienes ostentaban también la titularidad señorial de Cartes.

Tres son los bienes de interés cultural de este municipio:

Iglesia de Santa María, en Yermo, monumento, una de las iglesias románicas de mayor calidad de la cuenca del Besaya, protegida desde el 4 de julio de 1930. En esta iglesia se pueden observar bajo el alero de su fachada principal diferentes figuras eróticas realizadas en piedra por los artesanos que trabajaron en su construcción. Riocorvo, conjunto histórico desde 1981.

La Villa de Cartes, conjunto histórico desde 1985. Destaca el llamado Torreón de Cartes, que es una casona fortificada atravesada por la calle principal.

Además, varios "Ingenios Hidráulicos", en concreto ocho molinos fueron incluidos en el año 2003 en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria:

Molino de La Fuente, barrio del Ribero de Santiago de Cartes.

Molino de Borio, barrio de La Venta de Santiago de Cartes.

Molino de La Aceña, Cartes.

Molinos de Riocorvo.

Molino de Belmonte, Yermo.

Molino de Parayas, Yermo.

Molino de Las Bárcenas, Cohicillos

Molino del Salto (Harinera La Emiliana), Riocorvo.

El municipio basa su riqueza en el sector servicios, seguido muy de cerca por la industria creada por los municipios cercanos, donde se emplea una buena parte de los vecinos. La influencia del municipio de Torrelavega y su consecuente desarrollo industrial ha sido también clave para Cartes. Además, el impulso que la Autovía de la Meseta está ejerciendo en la zona se está dejando notar, no sólo en las comunicaciones sino también en la economía.

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Embarcadero, llegada de la Pedreñera

El Palacete del Embarcadero es un edificio de la ciudad de Santander, en Cantabria (España). El Palacete del Embarcadero está situado en el paseo marítimo, al lado del paseo y jardines de Pereda. Obra de Javier González de Riancho, con pórtico hacia el mar y torrecillas angulares, es un edificio proyectado en 1920 como estación de pasajeros, usado más tarde como cuartel de la Policía Armada, y desde que fuera reinaugurado en 1985, sirve como sala de exposiciones y conferencias. Es propiedad de Unidad Portuaria, siendo uno de los espacios habilitados por el Puerto de Santander para promover y difundir la cultura y el patrimonio marítimo-portuario. Ambas salas están dedicadas tanto a exposiciones propias como a exposiciones itinerantes.

El programa expositivo, en el que han colaborado diferentes instituciones y fundaciones locales y nacionales, incluye a artistas contemporáneos cántabros, nacionales e internacionales.

Embarcadero, llegada de la Pedreñera

Embarcadero, llegada de la Pedreñera

Embarcadero, llegada de la Pedreñera

Embarcadero, llegada de la Pedreñera

Embarcadero, llegada de la Pedreñera

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Amanecer muy colorido visto desde Saltacaballos, Castro Urdiales

Desde muy temprano nos levantamos para dirigirnos a Castro Urdiales, para poder fotografíar un Orto desde el puerto de Saltacaballos, como podemos ver este es un lugar privilegiado donde podemos divisar la costa de Bizkaia y la entrada al super puerto de Bilbao.

Se puede observar a través de las distintas fotografías los cambios de tonalidad y de colores de este amanecer. Yo siempre pienso que es muy importante llegar temprano y tener tiempo de sobra porque en estos tipos de amaneceres van cambiando rápidamente de tonalidades y así podemos aprovechar bien este fenomeno, si llegamos con el tiempo justo, perderemos muchas cosas.

Una vista de la entrada al puerto de Bilbao

Desde Saltacaballos podemos observar parte de la costa de Euskadi

Barcos esperando su turno de entrada en el puerto de Bilbao

Desde Saltacaballos podemos divisar parte de la costa de Cantabria y de Euskadi

Amaneciendo en el Cantabrico visto desde Saltacaballos, Castro Urdiales

Nace un nuevo día, un día espectacular visto desde saltacaballos

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Comillas es un municipio y localidad de la comunidad autónoma de Cantabria (España). Está situado en la Comarca de la Costa Occidental de dicha región. Limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Udías, al este con Ruiloba y Alfoz de Lloredo y al oeste con Valdáliga.

En el Siglo XIX Comillas fue (simbólicamente) capital de España por un día. Ya que en Comillas reunió Alfonso XII al Consejo de Ministros en la Casa Ocejo durante su primer veraneo en la villa en 1881.

Comillas fue la primera población española en la que se instaló alumbrado público alimentado por electricidad, idea del primer marqués de Comillas con motivo de una visita veraniega de los reyes de España.  Hacia menos de un año que Thomas Alva Edison había inventado la lámpara incandescente y se trajeron desde sus laboratorios en Newcastle y París, la maquinaria de vapor que lo alimentaba se trajo desde Barcelona.

En Comillas también fue instalado el primer teléfono de Cantabria, en el Palacio de Sobrellano, mandado instalar por el Marqués de Comillas para facilitar la comunicación de los reyes de España con Madrid.

Además de por sus edificios medievales y barrocos, Comillas destaca por ser uno de los pocos lugares fuera de Cataluña en el que intervinieron los artistas modernistas, siendo sus obras abundantes y visibles por toda la villa.

La teoría exacta acerca del origen etimológico del nombre de Comillas, aunque muchos de los lugareños gustan de contar diversas fábulas que hacen referencia a la distancia con San Vicente de la Barquera (cinCO MILLAS, distancia cierta) se cae por su propio peso ya que en los documentos escritos de época medieval ya aparece registrado con el nombre de Cumiyas y Cumillas.

Comillas

Su origen -al igual que la mayoría de los nombres cántabros- es celta y proviene de la palabra Koma-Oe que quiere decir crin de caballo o loma, y de esta desciende Komba ('colina, como el juego de las niñas, jugar a la comba: hacer lomas o colinas, con la cuerda') y de Komba-Cumbellas-Cumillas.[cita requerida]

El término Cumb procede de la raíz Komba, frecuente en nombres celtas y que es utilizado en numerosas regiones celtas. Hoy día, con la masificación urbanística, es difícil apreciarlo pero si nos imaginamos Comillas en la antigüedad cuando era un pequeño poblado pesquero, éste estaba situado entre tres tetones o colinas que marcaban el paisaje y que son:

La Cardosa, lugar donde se alza la Universidad Pontificia

Sobrellano, donde se encuentra el Palacio de Sobrellano

La Coteruca, donde se encuentran los restos del Palacio de la Coteruca.

De lo que se deduce que el término Comillas vendría a significar entre las colinas o entre lomas.

Edad Antigua

En Comillas al igual que en el resto de Cantabria la población existente eran cantabros y descendían de aquellos hombres primitivos y con una altísima influencia celta, seguramente de procedencia centroeuropea y mezclados étnica y culturalmente con los habitantes autóctonos de Cantabria.

Comillas pertenecía en la antigua Cantabria, por su ubicación, a la tribu de los Aurinos o Avariginios, basándonos en los escritos de los historiadores y geógrafos de la época, tales como Plinio, Mela, Estrabón o Ptolomeo.

Existía una unidad menor que la tribu, el clan, formado por diversas familias con antepasados comunes. Ni siquiera la dominación romana pudo terminar del todo con este esquema de organización social. No hay certeza sobre su localización geográfica exacta, solo se sabe que estas tribus eran regidas por un jefe, apoyado de instituciones como un consejo de ancianos y que habitaban en Castros, ciudadelas en lo alto de los montes preparadas para defenderse de una agresión exterior.

Uno de estos Castros se encuentra en la Peña del Castillo, esta peña se encuentra estratégicamente situada ya que desde ella se divisa todo el municipio de Comillas y servía de fortaleza para defenderse del enemigo, todavía hoy se pueden ver los restos de la muralla entremezclados con los restos del castillo que fue erigido en época medieval sobre el mismo Castro, de ahí el nombre actual de Peñacastillo.

Durante la época Romana en Comillas se explotaron sus bosques del Monte Corona y sus minas como ya hemos dicho anteriormente, no hay que olvidar la exhaustiva explotación que los romanos hicieron de los recursos mineros de Cantabria, el hierro, cinc y plomo, estos eran sacados en gabarras por la Ría de La Rabia que por entonces llegaba casi hasta Ruiseñada.

Solo tras el dominio romano, el pueblo comillano recuperaba su libertad y parte de sus costumbres y hábitos de vida. Volvió en gran medida a habitar los castros que los romanos les habían obligado a abandonar. Resistirían durante siglos a los ataques de los bárbaros, los visigodos y los musulmanes, fieles a su filosofía de vida indómita y libre.

Edad Media

El documento más antiguo que se conservaba en el consistorio con el nombre de esta villa portuaria aparecia en escrituras del siglo XI. Desgraciadamente desaparecidas junto a más archivos tras un incendio en la Casa Consistorial en la que se pudo rescatar parte de algunos documentos.

En el siglo XII tenemos una Cantabria dominada por los grandes monasterios y unos pocos señores, con una parte del campesinado libre y otra en régimen feudal. En lo político, Alfonso VIII consolida y refuerza la economía y desarrolla un gran potencial naval para los conflictos.

También contrarresta el creciente poder de la nobleza creando villas aforadas, donde se potencian los Concejos, se anulan las dependencias feudales, se reconoce a la burguesía y se dan privilegios a los habitantes. Las villas con fuero despegan con un fuerte crecimiento económico, demográfico y urbano.

A cambio de estos privilegios se solicitaron las naves y hombres de las villas de la costa, entre las que se encontraban gentes de Comillas y Ruiloba, en las campañas militares por la conquista de Murcia y Andalucía. En 1245 una flota comandada por Roy García de Sant Ander (con marineros comillanos) colabora en la conquista de Cartagena.

En 1248, el almirante Ramón de Bonifaz y Camargo forzó con naves cántabras el acceso fluvial de Sevilla, rompiendo las cadenas. Este ataque desde el Guadalquivir quedó inmortalizado en los escudos de las Cuatro Villas de la Costa (Laredo, Castro Urdiales, Santander y San Vicente de la Barquera) así como de Comillas, honor que tenían aquellas localidades que participarón en la batalla. Las villas de la costa cántabra y las vascas, formaban en 1296 la Hermandad de las Marismas, una unión para defender sus intereses comunes. Esta federación supuso un poder naval de primer orden al servicio de los reyes castellanos, pero con autonomía para realizar tratados internacionales por sí misma.

Garcilaso de la Vega edificó a comienzos del siglo XIV una torre (conocido en la villa como El Torreón) junto al surgidero de Comillas, presencia aprovechada por sus descendientes, los marqueses de Santillana, para señorializar el puerto y pretender romper el monopolio marítimo de San Vicente de la Barquera sobre aquel sector de costa. Emancipados del dominio señorial mediante el Pleito de los Valles, la villa pasó a formar parte de la realenga Provincia de Nueve Valles. Históricamente este municipio fue uno de los cuatro que integraban el Alfoz de Lloredo, que a su vez era uno de los famosos nueve valles que pleitearon contra los marqueses de Santillana en defensa de su condición de realengo.

Edad Moderna

Cuenta la tradición, entrado el S. XVI, que el templo donde actualmente se sitúa el cementerio fue abandonado por la población tras un percance suscitado durante la misa mayor de un domingo entre varios vecinos y el administrador del duque del Infantado, por la cesión de unos asientos reservados a los feudatarios de estas tierras. Unos hechos que eran la continuación del enfrentamiento y hastío del pueblo contra el Duque del Infantado, hartos de sufrir la opresión y continuos desprecios de dicho duque estos se rebelan ya abiertamente contra el administrador, el Duque y el párroco. Todos a una los feligreses juraron no volver a pisar la iglesia y decidieron abandonarla, lo que derivo en un “pleyto” entre el Duque y la Iglesia de un lado y el Pueblo de otro. La Iglesia sintiéndose injuriada manda sancionar al pueblo de Comillas con la excomunión y entredicho, motivo por el que durante cerca de un año no pudiesen recibir los Santos Sacramentos, hasta que la intervención del regidor de la villa, bajo juramento, acordó con sus convecinos construir un nuevo templo en el que no existieran privilegios si se les levantaba la pena, a lo que la Iglesia accedió pidiendo para conseguir el perdón, que en señal de penitencia los hidalgos y pecheros del municipio fuesen a la iglesia un domingo en procesión vestidos solamente de jubones, desnudos de cintura para arriba pero con dogal y con coroza, mientras el pregonero declare sus delitos.

La construcción de la nueva parroquia se comenzó veinticinco años después. Durante este tiempo, los oficios religiosos se celebraron en la ermita de San Juan, situada en el lugar que ocupaba el edificio de la Casa de la Villa, hoy centro de interpretación turística.

Con el tiempo, la antigua parroquia fue reutilizada como cementerio.

Pleito distinto fue el que ganaron los comillanos, apoyados en este caso por los mencionados marqueses, frente a la villa de San Vicente de la Barquera, que sostenía que su fuero de 1.210 les otorgaba el monopolio para comerciar y pescar en la costa occidental de Cantabria, fuero que prohibia faenar a la pesca a dos leguas al este y al oeste de San Vicente de la Barquera, teniendo los pescadores de Comillas que atracar sus barcos en Puertu Calderón de la vecina Oreña durante la duración del pleito que a la final fallarón los Reyes Católicos en el año 1.500 a favor de Comillas, demostrando estos para su defensa que desde muy antiguo se venia faenando las gentes de la mar en dicha villa. Al final Comillas logró romper el monopolio barquereño y durante la Edad Moderna fue un activo puerto pesquero, destacando sus pescadores en la difícil empresa de la captura de la ballena.

Comillas

Edad Contemporánea

Como deciamos, la pesca en Comillas ya se realizaba desde antaño siendo esta una de las principales actividades económicas. En un principio, se realizaba con pinazas que varaban en la playa. El fin era satisfacer las necesidades de la población o bien efectuar el trueque con pueblos vecinos. El puerto que hoy conocemos no se empieza a construir hasta el año 1603, concluyéndose algo más de un siglo después, en 1716. El puerto de Comillas nunca fue un puerto comercial, aunque a finales del siglo XIX se embarcara mineral de zinc procedente de los yacimientos de la comarca. Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando realmente experimentó una importante eclosión de la mano de un incipiente turismo de ‘baños de ola’, que atrajo al norte de la Península a veraneantes de diferentes regiones españolas y extranjeras y, sobre todo, a un personaje, Antonio López del Piélago y López de Lamadrid, primer marqués de Comillas, quien se volcó con su villa natal tras salir airoso de sus negocios al otro lado del Atlántico, y de su hijo, Claudio López Bru, segundo marqués de Comillas.

En el año 1881 Antonio López y López, primer Marqués de Comillas, invita al rey español Alfonso XII, con quien le unía una gran amistad, a su tierra natal. La visita, que se fijó para el 6 de agosto, fue determinante para el posterior devenir de Comillas. Ésta se vio inmersa durante meses en un continuo ajetreo con una única finalidad, transformar la villa en un lugar digno de reyes. Y sin duda lo consiguieron.

La villa se engalanó en sus accesos con magníficos arcos de bienvenida que representaban los distintos oficios de la localidad. Pero sin duda, uno de los hechos más espectaculares para aquel día fue la disposición a lo largo de la villa de 30 farolillos que debían iluminarse con la llegada del rey. Este hecho determinó que Comillas se convirtiese en el primer pueblo del Estado español con luz eléctrica en sus calles.

Para esta ocasión, Alfonso XII vino acompañado de su mujer María Cristina, sus hermanas y su hija. Se alojaron en la casona-palacio de Ocejo, cuyos interiores habían sido transformados al gusto de la época por varios decoradores y artesanos catalanes. En los jardines, se instaló un kiosco-fumador diseñado por un joven Gaudí, aún desconocido. Y esta casa fue escenario además, de la celebración el 5 de septiembre de un congreso de ministros, para lo cual Comillas tuvo que convertirse por un día en capital de España. Asistieron, además del propio rey, el entonces presidente del Consejo, Sagasta y los generales Pavía y Martínez Campos.

Los otros dos grandes acontecimientos en aquellos días, fueron, la presentación al Rey del primer buque español con casco de acero y la inauguración de la Capilla-Panteón.

El rey repite su visita a la villa al año siguiente, el 26 de julio de 1882. En esta ocasión acudió solo, si bien el 23 de agosto se unen a él su madre, Isabel II y las infantas Paz y Eulalia. La llegada de la reina supuso para Comillas algo similar a lo vivido el año anterior. Se repite la recepción con arcos de bienvenida, cañonazos, cohetes y repique de campanas, a su llegada a Portillo. Isabel II y sus hijas permanecen en la villa hasta el 27 de septiembre, dedicando su tiempo a baños en la playa (los llamados baños de ola), visitas a otras localidades, fiestas en la Coteruca o en la casa de Ocejo e incluso romerías, como la celebrada el 24 de agosto en la Cruz Verónica. Pero uno de los acontecimientos más especiales fue la celebración en el Ayuntamiento de diversas conferencias con sesiones teóricas y experimentales sobre las aplicaciones de la electricidad, llevadas a cabo por los mejores especialistas de la época.

Estas visitas regias ejercerán como un imán para burgueses enriquecidos y aristócratas en su afán de estar próximos a la corte y serán además, uno de los puntos desencadenantes de la gran transformación que sufrirá un pueblo, hasta entonces desconocido para la mayor parte de España, y que pasa a convertirse en el lugar de ensayo del Modernismo.

Las visitas reales a la villa, se sucederán posteriormente con Alfonso XIII, quien aún cuando tenía fijada su residencia veraniega en el Palacio de La Magdalena, en Santander, frecuentó Comillas varios veranos.

Comillas

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Palacio de Festivales de Santander vista nocturna

Santander recupera para los ciudadanos el dique de Gamazo, durante décadas cerrado al público y deteriorado desde que dejó de cumplir su función naval, ubicado en unos terrenos que serán el "epicentro" de un Mundial de Vela y, posteriormente, "seña de identidad" del nuevo Santander.

Después de diez meses de trabajo y una inversión de 1,1 millones de euros, santanderinos y visitantes pueden disfrutar de un espacio público de más de 13.833 metros cuadrados en torno al que fuera dique seco durante 80 años y la antigua casa de bombas encargada de vaciarlo.

La rehabilitación de todo este espacio del Puerto y su apertura al público forma parte de los compromisos asumidos por la Autoridad Portuaria, Puertos del Estado, el Gobierno regional y el Ayuntamiento de la capital en el convenio del frente marítimo, que permitirá devolver a la ciudad espacios portuarios en desuso.

Su inauguración coincide, además, con la celebración del Mundial de Vela, a partir del 11 de septiembre, y culmina la adecuación del entorno en el que se desarrollarán las pruebas.

Interiores del Dique

De hecho, mientras dure el torneo parte de este espacio será ocupado por las embarcaciones, ya que se sitúa junto al Centro Especial de Alto Rendimiento (CEAR) de Vela -ampliado para el Mundial- y su 'duna', la cubierta escalonada a modo de grada realizada sobre la zona ampliada de las instalaciones, diseñada por el arquitecto Alejandro Zaera.

Las puertas han quedado formalmente abiertas a las doce del mediodía en un acto al que han asistido, entre otros, el presidente regional, Ignacio Diego; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y el presidente de la Autoridad Portuaria, José Joaquín Martínez Sieso.

El primero en pisar estos terrenos, nada más abrir las autoridades una de las puertas de la valla que rodea el recinto, ha sido un niño santanderino, Gabriel, que, animado por el alcalde, ha dado un salto simbólico desde la acera de la calle Gamazo a este nuevo espacio público.

El presidente cántabro ha señalado que se trata de un "momento histórico", quizá no tanto como lo fue la inauguración del dique -cuya construcción se prolongó desde 1884 a 1908 por la dificultad técnica y los problemas financieros-, pero también importante por su trascendencia "presente y futura", y porque va a convertir a Santander en una ciudad "más abierta".

Vista desde la superficie del Dique

Y es que, según dice, la apertura de la verja que durante décadas ha separado el puerto y la ciudad, contribuye a reforzar su vínculo con la bahía, que ha sido el elemento de conexión de Santander con el mundo y ha forjado su carácter "abierto, activo y cosmopolita". Para el alcalde, este espacio va a ser una "seña de identidad" de un nuevo Santander que avanza "recuperando la historia" y "manteniendo" su patrimonio y raíces, como se ha hecho en el dique de Gamazo.

Este espacio será también, a su juicio, una "enorme sorpresa" para muchos santanderinos y un ejemplo más de la transformación del frente marítimo, un proyecto ya "imparable", en el que se incluyen también el futuro Centro de Arte Botín y la reciente ampliación de los Jardines de Pereda. De todos los espacios que el Puerto está abriendo a los ciudadanos gracias al convenio del frente marítimo, el de Gamazo es, en opinión del presidente de la Autoridad Portuaria, el "más valioso y emblemático".

El dique de Gamazo está situado en la zona de San Martín de Bajamar, en Santander (Cantabria, España).

El dique tuvo en su primera época 132 metros de eslora, 15,20 de manga y 8,75 de puntal, zampeado de grandes sillares en anfiteatro, con puerta flotante de madera, una grúa tipo «Priestman» en la cabecera y caseta de bombas de achique a vapor, que se identificaba por la gran chimenea de ladrillo adyacente.

Su construcción constituyó un reto para la ingeniería de la época por los múltiples problemas técnicos y financieros que se tuvieron que afrontar.

La tradición marítima de Santander se remonta a más de dos milenios, constituyendo un puerto logístico para la formación de armadas y una modesta población de pescadores y comerciantes hasta que, a mediados del siglo XVIII se produce un incremento espectacular de la actividad mercantil. El origen de este relanzamiento económico será debido a un decidido apoyo de la Corona para canalizar el comercio de las lanas castellanas a través de su puerto. Es en esta época cuando se comienzan a elaborar proyectos de mejora y ampliación de los espacios portuarios, actividad que continuará a todo lo largo del siglo XIX. En la segunda mitad de este siglo se produce un notable incremento de las actividades portuarias, lo que ocasiona la necesidad de disponer de suficientes varaderos y talleres para el mantenimiento y reparación de buques. En este contexto surge la necesidad de disponer de un dique seco de carena.

El Dique y su entorno

El dique de Gamazo se encuentra en el puerto de Santander, en un terreno ganado al mar entre la península de San Martín, las peñas de Dos Hermanas y la actual bocana de la dársena de Molnedo, adosado a la parrilla del varadero y orientado en sentido este-oeste. Se comenzó a construir en el año 1884, terminándose de construir en 1908. El antedique se construyó en 1905 y en 1906 y 1907 el asiento y el barco puerta, realizándose en 1907 la verja modernista de cierre de hierro forjado. El carenero «parrilla» se construyó adosado a la banda sur del futuro dique y se finalizó en 1887. La casa de bombas daba alojamiento a una caldera de vapor de agua que alimentaba dos pequeñas máquinas para el achique. El tiro del hogar lo suministraba una alta chimenea de sección octogonal. En la cabecera del dique se situaría una grúa de vapor con caldera incorporada.

Esta construcción de la Junta de Obras del Puerto estuvo dando el servicio para el que estaba destinado durante ochenta años, en los que pasaron por él cientos de barcos de todo tipo para reparaciones, inspecciones, labores de mantenimiento o construcciones.

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Monumento al Pescador

Playa situada en la costa inmediata a la capital de la provincia, es una ensenada natural en la desembocadura de la ría de San Pedro del Mar, tiene un promontorio donde se encuentran las ruinas de la batería de San Pedro del Mar y la zona próxima a este.

El Bocal - La Vaca

Tiene una longitud de 120 m. y su arena es fina de un color tostado, tiene un paseo marítimo. El estado de la mar es oleaje moderado y es muy ventosa. Es una playa formada por rocas donde la gente se distribuye para tomar el sol y darse un baño, en la zona de la ensenada, donde apenas hay oleaje, su entorno es un tanto degradado. Cuenta con aparcamiento pero apenas tiene servicios.

Iagen de La Maruca

Bañaperros

Se encuentra en la localidad de Monte, perteneciente al municipio de Santander. Antiguamente la ensenada era un puerto natural para pequeñas embarcaciones e pesca. Hoy en día sirve de refugio a embarcaciones de recreo, en su parte interior.

Esta zona cuenta con numerosos y variados establecimientos de restauración, donde podemos disfrutar de excelentes pescados del Cantábrico. Ademas es un sitio ideal para tomar un blanco y comer unas rabas de nuestro descanso del paseo dominguero por la costa santanderina.

San Pedro del Mar

La Maruca - Parte 2

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Seunda Play

Debido a la importante de la zona y de las imagenes realmenta que demuestran la importancía paisajistica del lugar, realizamos una ampliación del lugar.

El Sardinero es una de las playas más famosas de la costa cantábrica y la playa principal de Santander, una playa en la que, cuando sale el sol, se puede disfrutar de un clima suave, agradeable y sin agobios. El agua tarda en cubrirte por lo que se ha convertido en una playa familiar "para todos los públicos" aunque antiguamente era una playa disfrutada por gente de alto rango social.

Una vista sobre la isla de Mouro y cabo Ajo

La Playa del Sardinero siempre llena de gente y vida, te permite disfrutar de un agradable paseo y vistas. Los surfistas presentes en todas las épocas del año y gente de todas las edades jugando a las palas en sus playas son sólo algunos de los deportes que se practican en sus alrededores.

Primera playa y jardines de Piquio

Las mañanas de cualquier día lluvioso, o soleado, es un lugar donde encuentras a la gente haciendo todo tipo de deportes. Pasea con una tranquilidad y un sosiego tremendo gente amable que te saluda al pasar, gente meditando o simplemente sentada en la arena leyendo un buen libro.

En ella se permite correr con los perros, y a mí los perros me encantan, de hecho tengo cuatro que me hacen sonreír todos los días.

La noche en la segunda playa

La primera playa amaneciendo

Observando el amanecer en la primera playa

Reflejos en la primera playa

Amanece en la primera playa

Primera Playa

El Sardinero "Parte 1"

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