El convento de San Luis de San Vicente de la Barquera se encuentra actualmente en ruinas y junto con la vegetación que se fusiona con los antiguos muros forma una estampa romántica de gran belleza. Se encuentra situado a escasos 200 metros del extremo occidental del Puente de la Maza.
HISTORIA
En el año 1454, el Papa Nicolás V concede al padre franciscano Juan de la Trecha, la Ermita de la Barquera para que habite allí junto con otros frailes de su misma orden. Catorce años después, en 1468, estos mismos monjes franciscanos pasaron a ocupar un nuevo templo, el convento dedicado a San Luis que nos ocupa, construido en ese mismo siglo XV.
A finales del mismo siglo XV e inicios del XVI, el edificio fue totalmente remodelado dando lugar al actual convento que podemos ver hoy, aunque en ruinas.
El principal hito que hace famoso a este convento es el que se produjo en el año 1517, cuando Carlos V, la primera vez que llegaba a España, procedente de Flandes, para coronarse emperador, pasó en este convento 23 días, él y todo su séquito, mientras se recuperaba de una enfermedad que lo aquejaba. En 1992 fue declarado Bien de Interés Cultural.
ARQUITECTURA
Se trata de un edificio de estilo gótico, con la arquitectura típica de las iglesias de la orden franciscana, con un ábside poligonal, crucero y una nave única con capillas laterales entre contrafuertes.
En el exterior, entre el crucero y la nave, se alza una espadaña rematada con dos troneras triangulares. La puerta principal, situada en la fachada norte precedida por un zaguán, consta de un arco apuntado con arquivoltas simples. El claustro del templo se levanta en la parte sur. Todo el inmueble se encuentra construido en mampostería excepto, salvo en contrafuertes y arcos, y presenta importantes fallos estructurales que, seguramente, provocaron el desmoronamiento de gran parte del edificio.
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