La cueva de los Franceses está situada en el término municipal de Revilla de Pomar, al noreste de la provincia de Palencia, comunidad autónoma de Castilla y León, España.
Se llama de esta manera porque en ella se abandonaron los cuerpos de los soldados franceses muertos en la Guerra de la Independencia surgida en España en 1808.Remontándonos en la historia, se sabe que el Páramo de la Lora, donde está situada la Cueva, fue escenario de una cruenta batalla en tiempos de la Guerra de la Independencia (1808), librada entre las tropas Napoleónicas y los Húsares Cántabros comandados por el liberal Perlier. El combate terminó con la victoria de las tropas españolas. Una vez acabada la batalla y ante la imposibilidad de ser enterrados los cuerpos de los franceses caídos en el rocoso páramo, se optó por arrojarlos por la sima, que daba entrada a la galería de la cueva.
La cueva está acondicionada para su visita turística desde hace más de veinte años, con un recorrido visitable de unos 500 metros. En 2009 la Diputación de Palencia inauguró un pabellón de recepción de visitantes, obra de Antonio González, que cuenta con una exposición audiovisual sobre la cueva y su entorno, que incluye el Páramo de La Lora y la surgencia de Covalagua. El hábitat del Páramo de la Lora, típico páramo calizo que se extiende por terrenos de las provincias de Palencia y Burgos, se caracteriza por sus formaciones kársticas y su vegetación de bajo porte.
No siempre se la llamó así, pues el nombre original con el que se la conocía era: " Gruta de la Lora "
En el apartado paisajístico y natural, son característicos los fuertes desniveles existentes en los contornos del páramo de la Lora, que conforman curiosos y destacados paisajes naturales. Como el propio acceso a la cavidad, acondicionado para su visita turística y que se ubica a 1.173 metros de altitud. Desde allí se puede admirar la impresionante panorámica de los fondos de los valles de Valdivia y Valdelucio; los bosques de hayedos en las umbrías de la zona norte en Valcabado y Valderredible y los de robles, acebos y quejigos en Covalagua.
Próximo a la boca de acceso al hipogeo, menos de mil metros, se encuentra “Canto Hito”, menhir megalítico, de más de tres metros de altura, clavado en medio de la horizontalidad del páramo calizo.
Formando parte y como un desgarro geológico del mismo páramo, se ubica, Monte Bernorio, asentamiento de una de las más importantes ciudades del prerromano pueblo cántabro y sobre el que aun se pueden admirar los restos de sus murallas. Así mismo, próximo al mirador de Valcabado, existe el lugar conocido como “El Pozo de los Lobos”, antigua trampa utilizada hasta tiempos ecientes para dar captura al mencionado depredador y que ha sido recuperado y restaurado recientemente.
En toda el territorio próxima a la cavidad, se pueden admirar numerosos ejemplos de sinclinares colgados o Loras, destacando: Las Tuerces y la “clusse” del Cañón de la Horadada y Lora de Valdivia.