Puente romano de Lierganes

El puente de Liérganes, también llamado Puente Romano, tiene como característica esencial que no es romano.Fue diseñado por Bartolomé de la Hermosa. La construcción del puente dio lugar a un largo pleito entre Liérganes y un pueblo vecino, Rucandio, dirimido ante la Real Chancillería de Valladolid, ya que Rucandio se negaba a pagar alegando que cada lugar debía hacerse cargo de sus propias obras. Al final Rucandio fue obligado a pagar parte de la obra del puente ya que, como alegaba Liérganes, eran los vecinos de Rucandio los más interesados en ella, porque eran los que más la utilizaban y había sido costumbre inmemorial pagarlo así. La situación se resolvió no sin cierto encono entre las partes que llego a hacer encarcelar a varios vecinos de Rucandio; todavía en 1612 el pleito por los pagos seguía en marcha, pese a que la obra ya había terminado.

Puente romano de Lierganes

Los cursos de agua del río Miera y sus muchos afluentes han sido elementos fundamentales en la economía rural de Liérganes. Durante siglos, los pasiegos han sabido aprovecharse del impetuoso caudal del río para mover maquinaria destinada a la molienda del grano; para activar fuelles para la forja del metal, o para producir energía eléctrica. Puentes, molinos y presas aparecen hoy diseminados por todo el municipio y nos invitan a su descubrimiento.

Puente romano de Lierganes

Fue construido en el año 1606 con piedra del propio río. De apariencia esbelta y ligera, tiene dos arcos de medio punto y de tamaño desigual y es conocido como “puente mayor” o “puente romano”. A pesar de las grandes avenidas e inundaciones que han asolado el valle de Liérganes a lo largo de su historia, se ha conservado en perfecto estado sin necesidad de grandes restauraciones.

Puente romano de Lierganes

El puente de Liérganes tuvo un gran valor estratégico, ya que conectaba la comarca con el Camino de Castilla, hacia el Portillo de Lunada. Su construcción formó parte de la gran revolución de los transportes que se produjo en Cantabria hacia los años 1585-1590. El objetivo era afianzar las comunicaciones y establecer caminos seguros hacia la Meseta, para lo cual, los principales puentes de Cantabria –que eran entonces de madera- se reconstruyeron íntegramente en piedra.

Puente romano de Lierganes

Al lado del puente podemos contemplar uno de los molinos mejor conservados de Liérganes. Fue construido en 1667 y cuenta con una planta rectangular y arcos de medio punto para la entrada y salida de aguas. Estuvo en uso hasta finales del siglo XIX y actualmente alberga el Centro de Interpretación de la leyenda del hombre pez.

Juntos, puente y molino, se integran de manera natural en el cauce del río Miera y forma una de las estampa más características y bellas de Liérganes.

Textos aytolierganes.com

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