La ermita de la Regalina es uno de los lugares más bellos y con más encanto de Asturias. A pesar de su belleza, no es muy conocida y si no fuera por una seguidora del blog, nunca habríamos visitado esta pequeña joya de la costa occidental asturiana.
La Regalina es un sitio para dejarse llevar, podéis visitarla durante cinco minutos o dejar pasar el rato en este majestuoso enclave. Creemos que será lo segundo porque cuesta dejar de hacer fotos a la ermita y al soberbio paisaje que la rodea.
La Regalina está ubicada en el precioso pueblo de Cadavedo a medio camino entre Luarca y Cudillero, dos pueblos con mucho encanto y quizás los más famosos de la costa occidental de Asturias.
La ermita fue construida en 1931, a instancias del Padre Galo, que quería convertir el sitio en un lugar de peregrinación para honrar la patrona de Cadavedo, la vírgen de Riégala, llamada cariñosamente "la Regalina".
La ermita está ubica frente al campo de la garita, y destaca por sus colores azules y blancos. Rodeada de césped y con el cielo azul asturiano de fondo, el lugar es de una belleza apabullante. Por si fuera poco está rodeada de playas y acantilados, como la playa de la Ribeirona, la más concurrida de Cadavedo.
Junto a la ermita hay un precioso hórreo asturiano, con dos carros del país debajo. Un precioso ejemplo de la historia de la región el siglo pasado.
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