Monumento de Jose Cobo Calderon

Estos personajes deambulaban por el muelle de Santander, robaban y buceaban en la bahía para recoger las monedas que les echaban.

Los raqueros, personajes típicos santanderinos descritos por José María de Pereda, que en los siglos XIX y principios del XX frecuentaban las machinas y acostumbraban a darse un cole en Puertochico, buceando en las aguas de la bahía para recoger las monedas con la boca que los curiosos les lanzaban. También se dedicaban al 'raque', a robar. Deambulaban por el muelle de Santander y son personajes frecuentes en las ciudades de mar, aunque el término acuñado resulta exclusivo del vocabulario de la capital de Cantabria. Pereda siempre utilizó la jerga de las capas sociales más bajas de Santander y del mundo rural, lo que ha sido interpretado por sectores minoritarios nacionalistas como la reivindicación de un idioma cántabro. Pereda lo desmintió en vida. Manifestó en un escrito dirigido a la Real Academia de la Lengua, que el habla de La Montaña, especialmente de las zonas oriental y occidental, «afea al castellano».

En la capital, la falta de plazas escolares hacía que un importante número de niños no pudiera asistir nunca a la escuela.

Monumento de Jose Cobo Calderon

En 'El raquero' incluido como uno de los cuentos en 'Escenas montañesas', escribe Pereda: «El raquero de pura raza nace en la calle Alta o en la de la Mar». Añade en este capítulo: «Yo soy de la opinión del raquero: su destino, como escobón de barrendero, es apropiarse de cuanto no tenga dueño conocido: si alguna vez se extralimita hasta lo dudoso, o se apropia lo del vecino, razones habrá que le disculpen; y, sobre todo, una golondrina no hace verano».

Monumento de Jose Cobo Calderon

Para el escritor de Polanco, la vida del raquero es tan escasa de interés «como la de cualquier otro ser, hasta que sabe correr como una ardilla: entonces deja al materno hogar por el Muelle de las Naos, y el nombre de pila por el gráfico mote con que le confirman sus compañeros; mote que, fundado en algún hecho culminante de su vida, tiene que adoptar a puñetazos, si a lógicos argumentos se resisten».

Monumento de Jose Cobo Calderon

«Cafetera en el diccionario callealtero, es sinónino de borrachera. Es hijo del tío Magano y de la tía Carpa, pescador el uno y sardinera, la otra. Su infancia rodó tranquila por todos los escalones, portales y basureros de la vecindad», describe. «Y los niños que sí tenían plaza en alguna escuela, lo hacían en locales que, salvo excepciones, no reunían las condiciones mínimas de salubridad, y atendidas las más de las veces por maestros poco preparados. Son alumnos de la escuela de balde». La expresión 'de balde' es tan santanderina, que aunque no sea utilizada por las nuevas generaciones, se mantiene todavía en el vocabulario de los abuelos.

Monumento de Jose Cobo Calderon

Autor: José Cobo Calderón (Santander, Cantabria, 1958) - Ubicación: Muelle de Calderón, Santander, Cantabria - Material: Bronce - Inauguración: Instalado en mayo de 1999.

Textos eldiariomontanes.es

COMPÁRTELO